jueves, 2 de setiembre de 2010

Anclas de Luz

Las personas que anclan luz permanecen en quietud. No realizan muchas actividades, ni van a áreas donde se reúnen muchas personas. Ir a lugares cercanos no está mal, pero los grandes viajes demandan mucha atención y reducen su contribución.

Su anclaje es hecho de manera casi instintiva, y los demás no se dan cuenta de lo que están haciendo. La característica principal de un ancla de luz es su desapego de las condiciones mundanas. Dado que habrá muchas alteraciones, y todas ellas necesitan infusiones de luz, sin importar lo que suceda, las personas que actúan como anclas de luz deben permanecer neutrales. Cualquier cambio en su comportamiento puede anular su habilidad de donar luz.

Las anclas de luz no están convocando luz para enviarla a algunas personas en particular, ni se sirven de directrices mentales para su uso. Las personas que están completamente desapegadas aportan una cantidad mayor de luz que aquellas que desean un resultado determinado. Tampoco se atribuyen las alteraciones que suceden una vez que han terminado su trabajo. Todo su modus operandi es servicio desinteresado. No es que no se ocupen del mundo, sí lo hacen y tienen en cuenta lo que sucede y a quién le sucede, pero su atención y su cuidado están libres de preferencias. No son apáticos, puesto que la apatía no genera luz. La apatía y el “no hacer” son muy diferentes del anclaje de luz. La apatía niega los cambios, mientras que las personas que son anclas de luz no se ven alteradas.

Hay muchas anclas distribuidas en el planeta. Desafortunadamente, pocas se encuentran en Medio Oriente o Corea del Norte, ambas áreas que necesitan más luz. Mis colegas hacen muchas de sus actividades con el propósito de generar luz para los humanos. Ningún hombre o mujer desapegado de las preocupaciones mundanas puede anclar más luz que nosotros actuando en grupos en nuestra dimensión. Una persona que es ancla de luz puede negar a los controladores muchas de las alteraciones que planifican. La sanación planetaria también puede ser una consecuencia de anclar luz.

No todos los Maestros son anclas de luz. Algunos se encuentran en un modo distinto de ser. Responder preguntas acerca de la conciencia puede ser el don de un Maestro, y el anclaje de luz puede ser hecho por otro. La sanación crea más drama y necesita más atención de la que un ancla de luz quiere recibir, de manera que la mayoría de quienes son anclas de luz no se promueven a sí mismos como sanadores.

Hablo hoy de esto para reconocer a quienes aportan tanto y no reciben ningún crédito o compensación por hacerlo. Ninguno de mis chelas que anclan luz son conocidos como líderes, y tampoco pueden ser nombrados por nadie que entregue premios de reconocimiento a quienes hacen grandes contribuciones al mundo. Aún así, estos hombres y mujeres dan más al mundo que nadie de renombre. Ser capaz de soñar el sueño de la existencia ininterrumpida del hombre puede ser difícil para quienes son capaces de la manifestación en este momento. Las anclas de luz manifiestan a través de su propia existencia. Hacen en la tierra lo que nosotros en nuestra dimensión no podemos hacer sin ellos.

Por favor, ofrézcanles su aprecio. No saber sus nombres no significa nada; considérenlos donantes anónimos que se ocupan del mundo lo suficiente como para aportar sus dones sin pensar en sí mismos. Ayúdenlos sumando la luz de ustedes a su luz. Esto puede hacerse a través de la meditación frecuente. Mi regalo para ellos no se parece a ningún otro, es un acto de gracia.

Muchas gracias, mis queridos, por los regalos que le brindan a la humanidad.

YO SOY LO QUE YO SOY
Maestro Ascendido Saint Germain
Canalizado por Aruna
jueves 29 de julio de 2010

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