miércoles, 25 de mayo de 2011

La Maravillosa Manera de la Mente

Consideren cómo su mente parlotea en sus conciencias. Todo el día hace comentarios para atraer la identificación de la conciencia a lo que considera correcto. Y casi siempre, la conciencia se mantiene en calma, centrada y no perturbada. Sólo una o dos veces al día le permite la mente a la conciencia la oportunidad para ofrecer asesoramiento mental, y este asesoramiento se llama "creatividad". Respuestas nuevas y diferentes a las preguntas de la mente sólo puede llegar en estos momentos de tranquilidad que la mente permite.

¿Hay algo que pueda modificar esta dinámica? Por supuesto. La mente puede delegar más tiempo a la conciencia. Puede ser una decisión mental y una acción creada solo para esta contribución de la conciencia. Aquellos que crean lo hacen todo el tiempo. Ellos se calman mentalmente y permiten el flujo de la creatividad que fluya de la conciencia que todos compartimos. La mente actúa como una puerta para que la consciencia aporte ideas a través de ella. Así pues la mente, se atribuye el mérito de estas contribuciones como si llegaron directamente de sus conclusiones.

No es de extrañar que el hombre no llegue a despertar la consciencia. En todos los momentos del día solo un pequeño espacio en el activo parloteo de la mente permite que una idea salga de la gran sabiduría. Un cambio en esta gestión puede crear un acuerdo diferente entre la conciencia y la mente. Se puede ir al otro lado: la conciencia puede obtener la mayoría de los momentos cotidianos y la mente solo aportar conforme se le "necesite" su contribución. ¿Puede un ser humano ordinario lograr esto? ¡Sin duda alguna! Aquí les va una manera. Compártanlo con todos los que estarán de dispuestos a hacerlo.

Hagan una cita con la mente para entrar en contacto directo con la conciencia diariamente. Una o dos veces al día creen oportunidades de meditación. Sean un receptor abierto a una mayor conciencia tal si fuesen un recipiente tranquilo, sin pensar. Mentalmente comuníquenle a la conciencia "ahora es tu turno" y permítanle a la mente este medio de control. La mente se calla por un tiempo. Conforme la mente hace esto por acuerdo, se da la primera oportunidad para que la mayoría de los que meditan acepten que su decisión de guardar silencio es la decisión de la mente y que sólo puede hacerse a discreción de la mente. La meditación, por lo tanto, no es consciencia despierta, aunque sí proporciona una experiencia de lo que la conciencia despierta puede ser.

No todas las mentes hacen honor a su acuerdo de callarse. Muchas hacen todo lo posible para sabotear el acuerdo. Dado a que la cancelación del diálogo mental sólo puede ser realizada por el parlanchín, permitir la cháchara es más apropiado – no resistir le da a la mente un mensaje más cariñoso que una orden de "no pensar". Hacer tiempo para que la mente este en comunión con la conciencia le da a una mente activa la bendición de la conciencia sin importar cómo actúa en esos momentos.

Dejar lo mejor para el final es mi método más delicioso de transmitir. Aquí está el último comentario sobre este mensaje de la meditación: Denle a la mente la oportunidad de callarse, luego actúen como si no hubiera cháchara. No habrá ninguna. La mente no dejará de comunicar, pero nadie le va a dar a su material ninguna atención.

Cállense y permítanle a la conciencia la oportunidad de negar la charla - no presten atención y el no control (de la mente) es posible.

YO SOY EL QUE YO SOY
Maestro Ascendido Saint Germain
Canalizado por Aruna
Domingo, 15 de mayo de 2011

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